Mediante una plataforma online, se incorporará lo doméstico como un área de exploración, con intención de cambiar el punto de vista.

Cada uno/a debe intervenir su espacio personal desde el universo Levreriano mediante la búsqueda de nexos en el hogar. A lo largo del taller, se definirá la magnitud del espacio a explorar: intervenir en toda la casa o limitarse a la parte más íntima. Y se observará durante la exploración, la convivencia con otras personas, ¿los involucramos en el desafío?¿hasta cuándo permanece levreroencasa?

El ejercicio implica resignificar un lugar que tenemos asociado a determinadas funciones, y habilitar y habitar lo doméstico generando teatralidades y memoria. Además, el hacer uso de lo doméstico como canal expresivo, por lo general, forma parte de manera casi exclusiva de la infancia, ya que en la edad adulta, el hogar cumple roles más rígidos y el espacio de experiencias lúcidas se pierde por completo, con excepción de un jardín o patio que juegan un rol más deportivo.

El espacio del yo:

El espacio doméstico es el escenario principal en el que Mario Levrero instala obras autoficcionales como “El diario de un canalla”, El discurso vacío, La novela luminosa y Burdeos, 1972. En estos textos, Levrero describe en detalle la obsesiva disputa que mantiene con sus familiares por lograr un espacio de intimidad, un lugar donde escribir y, en definitiva, reencontrarse consigo mismo. A su vez, aislado voluntariamente de la sociedad y sus exigencias, el espacio doméstico se constituye en el refugio perfecto para practicar el “ocio creativo”: una forma de estar en el mundo que busca subvertir el tiempo de producción laboral en pos de la exploración de la sensibilidad, de la espiritualidad.

A través de sus maniáticas negociaciones por regular el tránsito de sus familiares dentro de la casa, la negación a atender el teléfono o recibir visitas inesperadas (la placa de su apartamento lo ocultaba bajo el nombre de Dr. Turcio), Levrero se libra de todas las culpas que imponen las obligaciones cotidianas para leer, jugar a la computadora, mirar películas o contemplar el mundo a través de una ventana. Detrás de estas actividades, en apariencia intrascendentes, surge el recuerdo de un evento del pasado y se recuperan emociones que parecían olvidadas. Y como una consecuencia inmediata de la afloración de su más precisada intimidad, surge también la necesidad de escribir y dar continuidad a la exploración de esa sensibilidad adormecida.
Precisamente, es a partir de aquí que Levrero hipónitco ha construido su exposición, literalmente, desde los cimientos levrerianos: el plano a escala 1 a 1 de su apartamento de la calle Bartolomé Mitres, el lugar donde retomó la escritura de La novela luminosa, su obra mayor.

Como una extensión de esta propuesta, Marianella Morena nos invita a explorar la memoria y la sensibilidad a partir del espacio doméstico, a mirarnos desde fuera y lanzarnos a la búsqueda de nuestro auténtico yo.

Diseñado por: Marianella Morena
Ejecutado por : Agustín Urrutia

Formulario de inscripción

*Actividad gratuita cupos limitados

Marianella Morena:
Autora y directora. Estudió arte escénico en Uruguay, Argentina, Polonia y Francia. Su obra dialoga con los clásicos desde el presente personal, histórico y politico; en una búsqueda de lo real. Sus espectáculos giran por: Argentina, Brasil, Ecuador, Colombia, Venezuela, EE.UU, España, Alemania, Francia, Paraguay, Chile, México y Bolivia.

Ha sido incluida en investigaciones y publicaciones uruguayas, argentinas, norteamericanas, suizas, italianas y francesas. Lleva montados 28 espectáculos tanto en Uruguay como en el extranjero. Entre sus creaciones se encuentran: Las Julietas, Antígona Oriental, Trinidad Guevara, Demonios, No daré hijos, daré versos. Dirigió en la Comedia Nacional la obra de su autoría Clandestina (2013), uno de los cuentos que integraban Las mil y una noches (2005), y una versión libre de Barranca abajo, de Florencio Sánchez (2016). Sus más recientes trabajos fueron Rabiosa melancolía (2017), Bombardeo y Ella sobre ella (2018).

Agustín Urrutia:

Actor y docente egresado del Instituto de Actuación de Montevideo, generación 2009. Ha participado en más de treinta espectáculos teatrales desde el 2010 hasta la fecha. Debuta junto a La Comedia Nacional en el Teatro Solís con la obra “Los de Siempre” bajo la dirección de María Varela. En el 2014 comienza su trabajo junto a Marianella Morena con la que ha colaborado en roles de actor y asistente de dirección, participando en festivales de teatro nacionales e internacionales en Argentina, Brasil, Chile, Ecuador, Colombia, Venezuela, España y Estados Unidos.

También se destaca su trabajo en cine, publicidad y tv. Sus roles más importantes en el cine fueron en “Una Bala Para el Che” de Gabriela Guillermo y “Dios Local” de Gustavo Hernández donde tuvo un rol protagónico.

Desde el 2011 trabaja en obras enfocadas al público infantil. Con la compañías A Proscenio y luego como integrante estable de las compañías Teatro Sobre Ruedas y Casiopea.