Fecha
Del 12 de septiembre al 30 de diciembre de 2019.
Horario
Inauguración: Jueves 12 de septiembre 2019
Curaduría:
Ricardo Ramón Jarne
Jesús Cañete Ochoa
El Centro Cultural de España, la Universidad de Alcalá y el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte de España organizan la exposición «Ida Vitale: palabras que me cantan», en la que se hace un recorrido exhaustivo por la vida y obra de la poeta uruguaya, donde además de los hechos más destacados se detiene en aparentes pequeñas cosas, pero que son decisivas en el concepto de su obra. Comisariada por Jesús Cañete, director del Festival de la Palabra, y Ricardo Ramón Jarne, director del CCE.
La línea de vida recorre los momentos históricos y culturales más importantes de la historia de Uruguay y la de los países que han sido su refugio, su destino en el exilio. Con sus 95 años de vida, es el relato de un siglo el que mostramos, un siglo en el que sus sorprendentes poemas recogidos en 11 libros dialogan con imágenes referenciales y proponen al espectador la posibilidad de entrar en un país maravilloso, no el de Alicia, si en el creado por IDA.
En el marco de esta exposición, el CCE propone una interrelación de prácticas artísticas. Diferentes artistas van a dialogar con la obra de Ida Vitale, entre ellos el español Frederic Amat y los artistas ganadores de la convocatoria del Centro Cultural de España, Idamanía, que, sin ilustrarla, ahondan en el sentimiento Vitale.
Catálogo IDA VITALE_Palabras que me cantan
Discurso de Ida Vitale / Premio Cervantes / Abril 2019
“Enfrentar, después de años, una lista de notas más larga de lo que podía suponer, para empezar a salvar algunas en libro, arriesga ser un paseo por los bordes del error, debiendo resistir la tentación, que suele asaltarme, de corregir lo ya escrito, en una práctica de la desconfianza que a veces se apoya, no sin riesgos, en la idea de que el pasado era el campo de los aprendizajes a veces inconclusos y de que el tiempo es un maestro cuya fatalidad basta para mejorar todo a su paso. Y elegir en cosa propia es cosa accidentada que el tiempo complica. […] Notas y prólogos deben la inclusión, en fin, al azar, que es también la lógica que más impera, al fin de cuentas, en nuestras vidas”. (Ida Vitale)
Ida Vitale, poeta, traductora, ensayista, profesora y crítica literaria uruguaya, nació en Montevideo el día de difuntos de 1923, en el seno de una familia considerada culta y cosmopolita de emigrantes italianos. Empezó Derecho con 20 años, pero se cambió rápidamente a Letras cuando se crea la Facultad en Uruguay. Allí ejercía de profesor el que sería uno de sus más importantes maestros, el exiliado de la España franquista José Bergamín, quien, con 50 años, católico y comunista, se convirtió en un referente, no sólo de Ida sino de los demás alumnos por: “Su respeto por la libertad ajena, su arte de aguzar las sensibilidades y su optimismo”.
Ida Vitale, es miembro de la «Generación del 45» con María Zulema Silva Vila, Manuel Arturo Claps, Carlos Maggi, María Inés Silva Vila, Idea Vilariño, Emir Rodríguez Monegal, Ángel Rama (que fue su primer esposo), José Pedro Díaz, Amanda Berenguer, Elda Lago y Manuel Flores Mora. Lectora incansable admira, entre otras, a Delmira Agustini y, en especial, un espíritu afín, María Eugenia Vaz Ferreira, así como a Gabriela Mistral. Sus grandes referentes fueron José Bergamín, Juan Ramón Jiménez, a quien también conoció en persona y Antonio Machado.
Ejerció la profesión docente. Colaboró en el semanario Marcha; entre 1962 y 1964 dirigió la página literaria del diario uruguayo Época. Fue codirectora de la revista Clinamen e integró la dirección de la revista Maldoror.
En 1973 el golpe militar cambió todo el panorama. La mera sospecha era la única orden judicial para personarse en una casa y registrar hasta el rincón más íntimo; la amenaza constante, la persecución, enviaron a Ida Vitale y a sus compañeros de generación como Mario Benedetti, al exilio, lo mismo que al gran amigo de Ida, Juan Carlos Onetti. Nuestra poeta tomó se refugió en México, con su segundo marido el poeta Enrique Fierro. “Se está más preparada para una operación quirúrgica que para el exilio”. Trabajó como profesora en el Colegio de México, y como traductora para el Fondo de Cultura Económica. Allí mantuvo amistad con Octavio Paz, que le ofreció colaborar en su revista Vuelta, también participó en la fundación del periódico Unomásuno.
Cuando la democracia volvió a Uruguay, Ida Vitale retorna al país. «Dejamos México cuando acá volvía la democracia y creíamos que era nuestra obligación volver». Enrique Fierro fue nombrado director de la Biblioteca Nacional y ella, responsable de la sección cultural del semanario Jaque. Pero nada es como antes: «Una ciudad no perdona a aquel que se aleja por largo tiempo”. En 1989 el matrimonio se traslada a Austin, Texas, en Estados Unidos, donde Enrique se incorporó al equipo de enseñanza del Departamento de Español y Portugués de la Universidad. Vitale tenía 66 años y su estancia durará casi 30 años hasta la muerte de su marido, tras la cual decidió retornar al Montevideo, donde reside en la actualidad.
Su obra poética comienza a ser difundida en pocos ejemplares y de manera artesanal con La luz de esta memoria publicada en Montevideo en 1949, y Palabra dada en 1953. Posteriormente en 1960, Cada uno en su noche. En los tres predomina el concepto de austeridad, aprendida de Juan Ramón Jiménez. Con Paso a paso de 1963 a lo estético y lo formal se une la reivindicación social y de género. En Oidor andante (Montevideo, 1972) se produce un giro importante en su estilo, aumentando su precisión, sobriedad y sofisticación sin dejar de ser vital.
Fieles, es una antología personal que se publicó por primera vez en México en 1977, y que no circuló en Uruguay, recoge casi cuatro decenas de textos poéticos pertenecientes a tres de sus libros: Palabra dada, Cada uno en su noche, y Oidor andante.
Jardín de sílice (Caracas, 1980) es un poemario donde cuestiona el sentido de la existencia a la vez que da cuenta de la misma. Este tema recurrente en la obra de Vitale irá tomando más importancia conforme avanza su producción. Para llegar a uno de sus mejores libros Elegías en otoño (México, 1982) en la misma ciudad publica Entresaca (1984)
Sueños de la constancia, publicado por el Fondo de Cultura Económica. (México, 1988), reúne cinco libros anteriores y el nuevo que le da título. Para Ida la poesía es «una intimidad que coincide con la intimidad de otros».
Procura de lo imposible, de 1988, es definido en la contratapa como: “Como un río incansable, armonioso, dueño de ecos y de resplandores, fluyen las palabras que incendian y vuelan. En pocos poetas se combina con audaz acierto el encabalgamiento vigoroso, fluido, y la reunión de imágenes despiertas, inquietas, que atienden la flora y las pasiones, los animales y las cotidianidades, como en la poesía de Ida Vitale”.
La década de los noventa será la más productiva en publicaciones. En 1992 realiza un homenaje al extraño pájaro orquesta que “precipita cristales” en la Serie del sinsonte. Con su marido Enrique Fierro, publica en 1994 Paz por dos. Jardines imaginarios (1996). De varia empresa (Caracas, 1998)
Un invierno equivocado (México, 1999). La luz de esta memoria (Montevideo: La Galatea, 1999)
En el nuevo siglo pública una antología con un título, que es una perfecta metáfora de su concepción poética: Reducción del infinito, (Barcelona: Tusquets, 2002). Trema (Valencia: Editorial Pre-Textos, 2005) que presenta según Mariella Nigro, la incertidumbre, el extrañamiento y la entropía de la palabra poética. Con Sarah Pollack publica Reason enough (Austin, 2007), antología traducida al inglés. Mella y criba (Valencia: Editorial Pre-Textos, 2010), que podría interpretarse como selección del desperfecto. Sobrevida (Antología, Granada: Esdrújula Ediciones, 2016).
Mínimas de aguanieve (Taller Ditoria, México, 2016) y Poesía reunida. Compilación y edición de Aurelio Major. Barcelona: Tusquets. 2017.
Ha recibido importantes premios, entre ellos el Premio Octavio Paz (2009) el Premio Alfonso Reyes (2014) el Premio Reina Sofía (2015), el Premio Internacional de Poesía Federico García Lorca (2016), el Premio Max Jacob (2017). En 2018 recibió el Premio Cervantes, siendo el acto de entrega el 23 de abril de 2019 en la Universidad de Alcalá. Es la quinta mujer que recibe el más importante galardón de las letras hispanas.
En 2019 publicó sus memorias Shakespeare Palace. Mosaicos de mi vida en México. Como traductora ha traducido particularmente del francés y del italiano, y entre los autores de sus versiones se cuenta a Simone de Beauvoir, Benjamin Péret, Gaston Bachelard, Jacques Lafaye, Jules Supervielle, Jean Lacouture Mario Praz y Luigi Pirandello.
Ida Vitale trabaja con profusión la prosa, crítica y ensayo. Su primer aporte en estas disciplinas Arte simple (1937), al que siguió El ejemplo de Antonio Machado (1940) donde analiza la obra de uno de sus poetas de referencia. Lo mismo ocurre con Cervantes en nuestro tiempo (1947). La obra de Cervantes es capital en Ida Vitale. Siguen otros estudios literarios: La poesía de Basso Maglio (1959). Manuel Bandeira, Cecilia Meireles y Carlos Drummond de Andrade. Tres edades en la poesía brasileña actual (1963). Juana de Ibarbourou. Vida y obra, 1968. José Santos González Vera o El humor serenísimo, 1974.Enrique Casaravilla Lemos, México, 1984.
Léxico de afinidades (Vuelta, 1994; Cobre, 2006; Fondo de Cultura Económica, 2012). obra fundamental en la trayectoria creativa de Ida Vitale y una de las obras más complejas, inclasificable y original que ha dado la literatura de finales del siglo XX en lengua española, poesía y prosa evocan la infancia, la juventud y, también, el porvenir.
Donde vuela el camaleón(1996) y de De plantas y animales: acercamientos literarios (Paidós, 2003). Ensalza la naturaleza, la une a la literatura y nos muestra las grandes dotes de observación y curiosidad de la autora uruguaya.
El ABC de Byobu (Taller Ditoria, México, 2004), según Luis Felipe Fabré es: “Un breve tratado sobre lo mínimo, lo modesto, lo inútil: tal es un intento por describir en una frase El ABC de Byobu.”
En el 2018 se publica Resurrecciones y rescates. Una personal selección de artículos que abarca más de 50 años de crítica literaria. Desde sus comienzos en la Gaceta de Tucumán, pasando por sus numerosas colaboraciones, durante el exilio mexicano, en revistas emblemáticas como Vuelta y Babelia (El País), hasta su regreso a Uruguay donde dirigió Jaque.
Colaboran:
CIDDAE- Teatro Solís / Taller Alonzo
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