Fecha
Del 7 al 13 de mayo de 2018.
Este proceso se concibe como un dispositivo escénico que articula imágenes sobre un cuerpo perdido sobre alfombras. Es ejercitar la escena entre las velocidades de una acción, suspenderlas en la inestabilidad de su trayectoria, y transformarlas en un gesto ausente de cualquier gravitación. Investigando cómo expulsar estos gestos de sus esferas referenciales -acelerando o ralentizando el movimiento del cuerpo-, PIRITA explora la acción como un insistente atrapado en fragmentos, descomponiéndose así, en partículas de un algo real que no posee presente ni menos una posible tensión narrativa. PIRITA es dar tumbos en un espacio arraigado en direcciones angostas… un tiempo de puntos que lucha para no ser una experiencia.
¿Es posible realizar un gesto que limita un horizonte, que crea una duración indeterminada?
¿La aceleración de la experiencia es posible descontinuarla?
¿El tiempo de esta información poseerá algún aroma? ¿poseerá alguna emoción? ¿O se estará quieta como una piedra?
¿Cómo es posible dirigir el tiempo de aquella experiencia? ¿es posible entonces, que el futuro y el pasado se pueden descompensar en el acontecimiento de un cuerpo que acumula, repite, funde, vacía, irrita, atrapa o arrastra los rastros de un itinerario biográfico?
Apertura de residencia el 15 de mayo
+ info
Más actividades
Relacionados