Cine: Muestra de la 30ª edición de Divercine

Fecha

Sábado, 28 de agosto de 2021.

Horario

15:00

Cierre de inscripciones

27 de agosto de 2021

En esta 30ª edición de Divercine, el festival de cine para para niñas/os y jóvenes más antiguo de América Latina mostramos nuevamente una selección de cortometrajes para niñas y niños a partir de 3 años, integrada por obras de distintos países que dan un panorama de la mejor producción de contenidos de los últimos dos años de todo el mundo.

Además, para festejar los 30 años del Festival les invitamos a visitar la exposición Divercine: Treinta años de Festival, veinte años de carteles por Sebastián Santana que presenta los bocetos, apuntes y pruebas hechos desde 2002 hasta este 2021 para cada cartel de las últimas veinte ediciones del Festival.

 

Dirigido a toda la familia.

Cupos limitados – Inscripciones aquí.

Programación a exhibirse en el CCE: aquí – Sábado 28.8 – 15:00 hs

Cuando los cambios son positivos por Ricardo Casas, director del Festival Internacional de Cine para Niñas/os y Jóvenes del Uruguay Divercine desde 1992.

 El Festival Internacional de Cine para Niñas/os y Jóvenes del Uruguay, Divercine, está cumpliendo 30 años y se ha convertido en una criatura que merece independizarse! Un festival dedicado al público menudo, que nació en Cinemateca Uruguaya, allá por 1992, luego pasó a otros espacios desde 2005 y que ha transitado epidemias y pandemias, sobre todo hemos visto públicos que se han renovado y siguieron siempre fieles a una propuesta de calidad, más allá de anécdotas circunstanciales.

Actualmente llegamos a un cambio de dirección, que permite a Divercine renovarse y seguir cosechando éxitos, sobre todo proteger el derecho de niños, niñas y adolescentes de acceso a los bienes culturales, deja al suscrito para pasar a ser administrado, desde la edición 31, por un grupo de cuatro personas, todos ellos con la suficiente formación y experticia como para augurar buen destino.

Comenzamos esta aventura con Ana Sineiro, en ese momento funcionaria del Instituto Interamericano del Niño, en la sala La Linterna Mágica que, al tener proyección video, hacía viable un festival de nivel internacional con muy bajo presupuesto. Los contactos en todo el mundo nos permitieron recibir la mejor programación desde la primera edición y así llenamos una sala de 600 butacas con el disfrute de niños y adultos. También aprendimos sobre la marcha y fuimos adaptando el proyecto a los gustos y necesidades de esos seres pensantes que siempre nos desafiaron.

En 2005 se cerró la sala La Linterna Mágica y comenzamos a asociarnos con otras instituciones, que nos brindaron sus salas gentilmente para exhibir el festival, entre ellas el Centro Cultural de España, SODRE y otras que continúan hasta hoy ampliando el público de Divercine.

Ese proyecto que comenzó a visualizarse en 1992, al traer a Uruguay una programación que no llegaba por los circuitos comerciales, nos la pidieron desde muchas ciudades latinoamericanas inmediatamente. Recordemos que entonces existía el Festival Cineduc, en Río de Janeiro, y un festival latinoamericano para niños en Ciudad Guayana. Divercine surge junto al Kinderfilmfest de La Berlinale, un poco después de Cinekids (Holanda), Rimusky (Canadá) y Chicago. El desafío mayor era traducir todo al español, algo que nos ocupó muchos recursos siempre. Recordemos que fueron varias ediciones las que se enviamos también a Porto Alegre y Sao Paulo, debiendo ellos traducir todo al portugués!

Primero tuvimos sub-sede en Rosario (Argentina), en 1993, al año siguiente se agregaron Guadalajara, Caracas y San Juan de Puerto Rico. Poco a poco tuvimos la programación completa de Divercine en muchas ciudades latinoamericanas, incluso alguna de España. La necesidad de obtener una programación de calidad para niños y niñas no era excluyente de Uruguay y ese apoyo de los colegas latinoamericanos ayudó a cubrir un presupuesto que no existía en nuestro país. Los niños no votan…

También el interior del país fue siempre una preocupación nuestra y se presentaron dificultades de todo tipo y color para llegar a ese público infantil. Las formulaciones fueron muchas y tuvimos éxitos relativos en algunas ediciones del festival. Finalmente, la pandemia de Covid-19 los permitió llegar a todos los rincones de Uruguay a través del famoso streaming, que seguramente se perfeccionará de aquí en más. Pero la experiencia de ver cine en una sala es insustituible.

Divercine es una aventura que demuestra su valor cada año. Desde 1991 cuando descubrimos que existía en todo el mundo una producción de contenidos para niñas y niños de gran calidad artística, tanto de cine como de televisión, y que se podían traer a nuestro país, hasta hoy en que las nuevas tecnologías y la dispersión generan modelos de comunicación en permanente cambio, la interpelación es constante.

Todo este trabajo, que en tantos años generaron angustias varias, se compensó cada vez que entramos a una sala y notamos la experiencia de los niños, muchos llegados por primera vez a una sala de cine, atentos, interesados, concentrados en cada imagen y sonido que componen la programación del festival. La actitud siempre solidaria y exigente de niñas y niños que buscan ser considerados como seres pensantes y sensibles y que disfrutan más que los adultos de nuestras propuestas.

Por muchos años más de desafíos constantes y qué trabajen los jóvenes!!