El mundo ficcional de Delibes –tan vigente 100 años después de su nacimiento- está hecho de materia áspera, crudísima y doliente, que llega, sin embargo, al lector, mediante usos muy sofisticados del lenguaje y los recursos narrativos. 

Una prosa potente y luminosa, inteligente, aguda, casi siempre irónica y a menudo también humorística, permite el desliz a temas y problemas que resultarían, de otro modo, intolerables, ya se trate de la sórdida pobreza rural, la vida anodina en la ciudad, el desamparo de la mayoría de los seres que pueblan sus relatos.

Delibes se interesa por las vidas menudas o malgastadas, dictaminadas por violencias estructurales, atravesadas de rabia, miedo e impotencia, o directamente extraviadas en su angustia. Pero su doloroso mundo preserva inesperadas joyas que destellan en cada novela (sus niños, sus inocentes, sus dignos, las luces intermitentes de sus desolados héroes cotidianos).

La preferencia por los débiles -que podría leerse anagramáticamente en el inusual apellido español de origen francés- busca ese punto de la historia que levanta a sus personajes (humillados y ofendidos) por encima de sus propias fuerzas, cuando logran quebrar el determinismo en que aparecen inscriptos.

El público uruguayo ha frecuentado a Delibes desde la revelación de La sombra del ciprés es alargada (1948), y en las siguientes novelas que traían los ecos del más duro franquismo, como Las ratas (1962) y Cinco horas con Mario (1966). En la primera etapa de la democracia española, su lectura nos advirtió sobre la construcción de las identidades individuales y colectivas en contextos de sangre, represión y violencia, como en Las guerras de nuestros antepasados (1975), Los santos inocentes (1981), Madera de héroe (1987) y El hereje (1998). 

Las adaptaciones al cine (estrenos y reposiciones), especialmente la de Mario Camus y las de Antonio Giménez-Rico han formado parte de la elaboración simbólica de nuestra historia reciente. Y hoy su obra nos interpela nuevamente a la luz de las consecuencias deshumanizadoras del capitalismo, la profundización de la brecha entre ricos y pobres, la depredación que, en la sociedad de consumo, lleva a la muerte a millones de seres vivos.

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Participan:

Fernando Ordóñez se ha titulado como Profesor de Filosofía en el Instituto de Profesores Artigas, es Máster en Artes, Literaturas y Culturas Hispánicas (University of Minnesota) y Doctor en Literatura (PhD University of Minnesota). Se desempeña actualmente como Profesor Adjunto de Literatura Española (Dep. de Letras Modernas, FHCE, UDELAR).

Ma. de los Ángeles González se ha titulado como Profesora de Literatura en el Instituto de Profesores Artigas, es Licenciada en Letras (FHCE, UDELAR) y Doctora en Literatura (UBA, Universidad de Buenos Aires). Se desempeña actualmente como Profesora Adjunta de Literatura Española (Dep. de Letras Modernas, FHCE, UDELAR).

Gustavo Martínez se ha titulado como Profesor de Literatura en el Instituto de Profesores Artigas y ha sido docente de Literatura Española y de Corrientes Literarias en esa misma institución hasta su jubilación.