Nota del director
Valeria una mujer entrando en la madurez ha creado un micromundo personal, dedicándose a sus traducciones turísticas al esperanto y a escuchar sus pájaros, cómo forma de vida, de compañía para escaparse de la jungla, en su salita de estar.
«Se lo que quiero, por eso soy feliz», le responde en un momento a Amelia cuando trata de forzarla a qué viva. Valeria está viva y más viva que muchos, ha encontrado una buena forma de supervivencia en un mundo verdaderamente hostil, donde aquellos que queremos se van, y la memoria es la única herramienta que tenemos para mantenerlos vivos, ella nos muestra eso. Un mundo donde todo se termina necesita que le pongamos «un poquito de color».
Sinisterra ha sumado magistralmente como sabe hacerlo diferentes temas al conflicto que hacen que esta historia sea un espejo de la lucha en nuestro paso por este mucho, el amor, la guerra, la familia, las partidas, el espíritu, la religión, la política, el derecho a la felicidad como uno lo decida, incluso el derecho a vivir más allá de la muerte.
Entrañable, y conmovedora nuestra Valeria nos conduce con humor por su honesto camino, único e irrepetible, libre y puro como el de los pájaros.
Nota del autor
«De pájaros «
Como dijo el filósofo (?), hay pájaros y pájaros. Los de Hitchcock, por ejemplo, que encarnan los miedos oscuros de una colectividad y se abaten sobre ella, como una señal apocalíptica, sembrando el pánico y la destrucción. O los de Aristófanes, incitados a construir, entre el cielo y la tierra, una ciudad ideal, libre de los caprichos de los dioses y los excesos de los hombres.
Nada que ver con los pájaros de Valeria, pobrecitos. Estos se limitan a cruzar ante su ventana, a irrumpir en sus sueños, a revolotear en torno a su soledad, a poblar el silencio con sus voces. Y poco más. ¿Voces? ¿Presencias? ¿Espíritus? ¿Cómo poblamos el vacío, cómo suplimos las carencias? Y, sobre todo, la ausencia: ese hueco que dejan los que se van antes que nosotros, ¿cómo lo llenamos? ¿Dónde se
aprenden la renuncia, la resignación, el olvido?
Valeria, desde luego, no ha querido aprender tales artimañas que el tiempo brinda a los presurosos. Decidió quedarse ahí, con la ausencia a flor de piel y pájaros en la cabeza, en el corazón, en el alma, en la salita de estar… Es la suya, sí, una soledad sonora, y su vacío, un vacío más bien repleto. De espíritus, de presencias, de voces. O sea: de pájaros. Quedarse ahí, de acuerdo, pero muy lejos de la conformidad. A su manera, Valeria se rebela y busca, en un viaje inmóvil, lo que perdió sin haber tenido nunca. ¿El amor? Llamémoslo así. La verdad es que la suya podía haber sido una historia de amor: de búsqueda del amor más allá de la muerte. Un drama sublime, en fin. Pero tuvo la mala suerte de que su destino cayera en manos de un autor propenso al humor y enconado por la política. Con lo cual su drama se convirtió en una comedia, su búsqueda en una intriga casi policíaca; y en cuanto a la sublimidad… corrió el riesgo de naufragar en las turbias aguas de la guerra sucia.
Bio director:
Alejandro Giles (AR). Director y maestro de actores. Forma y entrena actores en su estudio en Buenos Aires. Es coach de actores y directores en cine. Actualmente dicta seminarios y dirige en España, Colombia, Brasil y Argentina. Formado en Buenos Aires por Agustín Alezzo, realiza su entrenamiento profesional con Augusto Fernández (Argentina), Chrys Hayes (RADA Inglaterra), Rony Dengel y Fred Rolf (EE. UU.), Eugenio Barba (Dinamarca). Capacitador para el INT Instituto Nacional de Teatro. Profesor en la Universidad de San Andrés. Integra el Proyecto Puentes, grupo de investigación de autores y directores. Montó proyectos de diferentes volúmenes de producción, desde obras de cámara hasta óperas de calle con trescientos artistas en escena. Sus espectáculos intervinieron en Festivales internacionales, recibiendo premios y subsidios en Argentina y en Europa.
Bio autor
José Sanchis Sinisterra (ES) Uno de los grandes renovadores del panorama teatral español de finales del siglo XX y principios del siglo XXI. Sus iniciativas, como el Teatro Fronterizo (Barcelona, 1977-1998) y Nuevo Teatro Fronterizo (Madrid, 2011-hoy), han marcado a generaciones de dramaturgos, directores y autores de teatro. Autor de más de 50 obras teatrales: originales, adaptaciones de clásicos y versiones de textos narrativos, habiendo obtenido diversos premios, como el Premio de Teatro Carlos Arniches (1968), Premio de Poesía Camp de l’Arpa (1975), Premio Nacional de Teatro (1990), Premio Lorca (1991), Premio de Honor del Instituto del Teatro de Barcelona (1996), Premio Max al Mejor Autor (1998 y 1999), Premio Nacional de Literatura Dramática (2003), Premio Life Achievement Award del Festival de Teatro de Miami (2008), Medalla del CELCIT (2010), Premio Adolfo Marsillach a una Labor Teatral Significativa, Asociación de Directores de Escena (2014) y Premio Max de Honor (2018).