Fecha
18 de febrero de 2019
En el siglo cuarto antes de Cristo, el general Sun Tzu escribió un libro de estrategia militar que suele tener mucho éxito, en la actualidad, entre los yuppies y emprendedores. Se tituló El arte de la guerra y algunas de sus enseñanzas pueden aplicarse a la madre de todas las batallas, que es la vida misma, el ámbito cotidiano de nuestras emociones.
“La mejor victoria es vencer sin combatir”, afirma el viejo general chino y es lo que suele ocurrir en el teatro de operaciones del amor. Ese es el escenario elegido por el bailaor Edu Guerrero -Cádiz, 1983- para poner en pie su nuevo espectáculo, que lleva su polisémico apellido y que sigue una trayectoria iniciada por De Dolores o El callejón de los pecados, en una larga trayectoria artística iniciada siendo apenas un niño, que pasa por la compañía de La Yerbabuena y que se ha visto coronada, entre otros galardones, por el Desplante del Festival de La Unión.
En esta ocasión, el bailaor se centra en su relación con las mujeres -su madre, sus amantes, sus amigas-, en ese territorio límite en el que la sentimentalidad convive con la sensualidad pero supera ambas temperaturas vitales, hasta encontrar un puente entre géneros y sexos al que solemos llamar persona. Se trata de una tensión sin traumas, de un combate interior, sin excesivos daños colaterales, más allá de la pasión y del compromiso con su propia querencia masculina.
En el marco de la Temporada de Flamenco 2019 “Tablao”.